La nueva “caza de traidores” después de la derrota del PJ en Provincia: los intendentes consiguieron muchos menos votos que en septiembre


Hace 16 años, cuando el kirchnerismo afrontó la primera derrota en una elección de medio término, se imprimió una frase que ahora retumba otra vez en la áspera arena del conurbano: “Voy a visitar a todos los intendentes para encontrar a los traidores”, dijo entonces el jefe comunal de José C. Paz, Mario Ishii. Sospechaba que muchos alcaldes peronistas no habían empujado con fuerza suficiente la boleta que encabezaba Néstor Kirchner y eso había provocado la caída ante Francisco De Narváez.
Ishii sigue al frente de ese municipio del oeste del Gran Buenos Aires y, aunque ya no usa esa terminología, el concepto parece que se sostiene para analizar los resultados de esta nueva derrota del oficialismo bonaerense en las legislativas de este domingo.
El rosario de reproches, acusaciones y pase de facturas comenzó con la aparición de los primeros números que se conocieron en la noche del 26. El primero llega desde el entorno de San José 1.111, donde tramita su detención domiciliaria Cristina Fernández de Kirchner. El más reiterado es el supuesto “error” de haber desdoblado las elecciones en Buenos Aires y se atribuye a Axel Kicillof.
En el podio de los reclamos aparece la presunta parsimonia de los alcaldes del Conurbano para militar, empujar, sostener y avalar la postulación de Jorge Taiana, quien encabezó la nómina de Fuerza Patria.
Y detrás de ese argumento se muestran algunos números. El 7 de septiembre en siete distritos conducidos por el peronismo dentro del área metropolitana que rodea a la Capital Federal, Fuerza Patria logró superar el 60% de las preferencias del electorado: Avellaneda (62%), Berazategui (60%), Ezeiza (60%), Malvinas Argentinas (65%), Ensenada (68%), Pilar (61) y San Vicente (66%). Consolidaron en esa presentación ante las urnas una diferencia que llegó hasta los 30 puntos con sus contrincantes libertarios.
Y diez alcaldes pudieron exhibir un favoritismo de la mitad más uno de los pobladores de su comarca: Almirante Brown (54%); Esteban Echeverría (50%); Florencio Varela (55%); San Martín (53%); José C. Paz (52%); La Matanza (53%), Lomas de Zamora (56%); Moreno (54%); San Fernando (55%) y Escobar (51%).
En esa disputa, se ponía en juego el control de los concejos deliberantes y un puñado amplio de intendentes fueron como candidatos “testimoniales”. Es decir, encabezaban fórmulas locales o de representación provincial para cargos en la Legislatura, pero que se sabía de antemano que no asumirían.
El despliegue territorial, de militancia y logística de los jefes comunales se impulsaba con mecánica doble tracción. En casi todo el Conurbano las diferencias que conseguían los intendentes del PJ eran de más de 20 puntos.
Pero cuando la compulsa fue entre Taiana y Diego Santilli, para completar las bancas del Congreso de la Nación, el impulso fue más tenue. Casi no hubo distritos del AMBA provincial en los que el peronismo haya superado el 50% de las preferencias cuando se abrieron las urnas del domingo 26.
Ensenada, bajo el mando del ahora “ultra” kicillofista Mario Seco, está entre esas excepciones. Con ese galardón colgado en el pecho se animó a hablar en voz alta el día después: “Muchas veces se quieren limpiar el traste con nosotros y no quieren reconocer que a veces las estrategias que se llevan adelante no dan resultado”, dijo este lunes el intendente de la ciudad vecina a La Plata.
“Está de moda echarle la culpa a los intendentes. En la elección anterior rozamos los 70 puntos porque el intendente fue testimonial, y ahora sacamos 53. Aquellos que se quieran limpiar el traste con los intendentes, les hago acordar dónde estaban mientras nosotros recorríamos nuestras calles y poníamos todo lo que había que poner”, se atajó Seco.
Más reproches internos: Gastón Granados, intendente de Ezeiza argumentó que el resultado de ayer fue “un mensaje para nuestros dirigentes nacionales, que tienen que entender que los intendentes son los que generan los votos, son los que representan a la gente”.
Cuando se definió el listado que encabezó Taiana, seguido por Gimena López (representante de Sergio Massa) y Juan Grabois en los primeros lugares, los jefes comunales no tuvieron espacio en la discusión. No hubo representación de la “liga de intendentes” en el listado que se presentó por Fuerza Patria.
Florencio Varela, Almirante Brown, Moreno, Pilar y Malvinas Argentinas serían otras comunas que “salvaron la ropa” por haber alcanzado casi o un poco más de la mitad de los votos de sus vecinos para Fuerza Patria. Están al comando de dirigentes que buscan proyección provincial.
Los intendentes que responden a La Cámpora, pueden mostrar que la diferencia entre ambas performances electorales fue algo menos contundente. Mayra Mendoza, de Quilmes, sacó 17 puntos en septiembre (48 a 31%) y 8 puntos en octubre (45 a 37%). Fue la primera dirigente en plantear su fisura con el resto del espacio kirchnerista: “Cristina tenía razón”, puso en sus redes cuando se conocieron los primeros resultados.
Mariel Fernández en Moreno sacó 24 puntos de diferencia en octubre (54% a 30%) y 16% de diferencia ayer. Julián Alvarez, en Lanús, también pasó de 17 a 9 de diferencia, pero logró sostener el apoyo del 45% de su electorado aún con el embate libertario de la lista que encabezó Santilli.
Según el escrutinio provisorio, el 7 de septiembre FP se alzó con 3.820.119 sufragios, que le permitieron conseguir el 47% del total de los votantes y sacar casi 14 puntos de distancia a los libertarios. Ahora hubo unos 292 mil menos. En total fueron 3.528.700, que dejaron al peronismo con 40,9% de la predilección ciudadana.
¿Dónde se esfumaron esas casi 300 mil voluntades que hubiesen permitido presentar otro final a estos comicios? Ese será el gran motivo de tensión y provocará los próximos reproches cruzados entre los socios de Fuerza Patria, en estas horas post elección cuando la adrenalina todavía se mantiene alta y la tensión se extiende dentro del peronismo.
Fuente: www.clarin.com



